quiero asesinar a
todas las libélulas
levantar una pira de mariposas azules
si es que existen las mariposas azules
y prenderla con la yesca de cien mil catorce amapolas
ungirme de barro negro quiero ahora
beber gin tonic sin tonic hasta evitar
este calor frondoso y calvo que emana octubre
llover hasta decir basta y volver a llover
sembrar de púas las gafas negras
quemar un tribunal de justicia como si fuera un cajero
y regar la más dulce flama purificadora
con el agua ambarina que ha recorrido mi cuerpo
decir adiós a todo ser sobórquico
memorista, convergente, cebolláqueo,
morboplático, epicunista, corazonígeno,
pasivista, idioteico, estulítico,
televariento, miserotólico,
catolástico, esclerpento,
mondador de esperanza.
levantar una pira de mariposas azules
si es que existen las mariposas azules
y prenderla con la yesca de cien mil catorce amapolas
ungirme de barro negro quiero ahora
beber gin tonic sin tonic hasta evitar
este calor frondoso y calvo que emana octubre
llover hasta decir basta y volver a llover
sembrar de púas las gafas negras
quemar un tribunal de justicia como si fuera un cajero
y regar la más dulce flama purificadora
con el agua ambarina que ha recorrido mi cuerpo
decir adiós a todo ser sobórquico
memorista, convergente, cebolláqueo,
morboplático, epicunista, corazonígeno,
pasivista, idioteico, estulítico,
televariento, miserotólico,
catolástico, esclerpento,
mondador de esperanza.
Te aseguro que hay mariposas azules..
ResponderEliminarMucha fuerza trasmite tu poema.
Un abrazo.
Y si las ves, dejame saber donde habitan las azulejas...Un buen poemas. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarAniagua, yo solo las leo en algunos poemas de dudosa calidad.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Otro abrazo para ti
Si las veo, les dedico un poema, Noris. Gracias a ti.
ResponderEliminarAlgunos cultivadores de insectos celestes pedirán a gritos un diccionario y luego, pedirán tu cabeza en cualquier plaza, en cualquier sitio.
ResponderEliminarAbrazo.
Me gusta tu poema, Eloy, pero por favor déjame las libélulas y las mariposas azules... Aunque solo estén en mis poemas.
ResponderEliminarAbrazo, a pesar.
Jajaja, Gino, no había pensado en eso. Aprovecho para reivindicar el uso poético del escarabajo, la oruga y el ciempiés.
ResponderEliminarSoco, después de este poema ya me he quedado a gusto. Prometo no tocar más libélulas y mariposas azules.
ResponderEliminarAbrazo, poeta.
¡Qué arda todo, lo bueno y lo malo, que arda! para que luego, la lluvia arrastre los desechos y empecemos de nuevo. Intensos, gráficos, certeros versos.
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