Habitación con vistas
Bailabas
en la cornisa
norte de un abeto.
Confundías
la polka y la mazurka.
Los minutos del sol
desataban tu equipaje
de vegetal efímero.
No llegó la línea alada
a curvar
el lugar breve
entre el manantial
y tu cintura de árbol fénix.
Desde las piedras más antiguas
refulgía
el festín pardo de los ríos.
Un fluir de limo
-saltamonte invernal-
alimentó los futuros
de sendas insumisas
en la vertiente umbría
de sus ojos.
Miríadas de estrellas
nos relataban.
posees un vocabulario rico: un placer añadido a tu lectura. Un abrazo
ResponderEliminarEs un pedazo de poema, sí señor. Creo que de los mejores que te leí, Eloy.
ResponderEliminarUn fluir de limo
-saltamonte invernal-
alimentó los futuros
de sendas insumisas
en la vertiente umbría
de sus ojos.
Unos versos hermosos.
Un placer.
Me encanta Eloy. Otro poema de los tuyos que aplaudo y que comparto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leo