Versos reclusos
El caloren sus ojos.
No hay virutas de humoen la alegoría que esun poniente de versos.
Mi calor y sus ojosrondando el devenir de una estrella.
¡Qué flor extensade vida inacabada!¡Qué rectitud insumisa,qué lineal desgana!¡Qué desprecio de puertas en la vertical herida!
En los ojosun calor de ofrenda,una rosa sin vientosque la aclamen,un destierro protectorsin alas, un desgarro.
Los colores cálidos planean un paisaje.La vanidad no tienesudario que la envuelvaen los pasillos sin finde la incrédula memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario