2'38 a.m.
Tengo mi hebra dormida
en una boca de pantera
augusta en su linaje cotidiano
de selvática avaricia.
Vierto un caudal remoto
-río blanco de lava inerte,
juego sin reglas ni artificio-
en mi torvo perfil de desertor.
Abandono las hélices indemne
escribo con manchas en mi ombligo
palabras de abandono que publico
sin prisa, más tarde, en este lugar.
¿Un poema insomne? Sin reglas, ni artificios: así somos en medio de la noche, donde nos atrevemos a desertar de todo, donde somos capaces de ser los más perfectos traidores, por no tener causa. Después, uno regresa de esos viajes hacia uno mismo, y lo escribe para que una poeta amiga lo entienda a su manera. Nos vemos un día de estos en otro de tus poemas. Un abrazo
ResponderEliminarCreo que la madrugada nos hace auténticos, nos quitamos de encima la ropa y el resto de las cosas que nos oculta durante el día. Me gustó el poema, ELoy.
ResponderEliminarAbrazos.