martes, 28 de febrero de 2017

El sitio de mi recreo


Junto a las pequeñas botellas
de arena rubia etiquetadas
en dunas anteriores,
 

junto a la crasa que gira
en busca de la luz
como todos los seres vivos,


a la altura redimida de azoteas
y montañas, al borde mismo
de sí mismo, con los pies testigos
de ese torpe vagar discontinuo,


allí la libreta garabateada
y la música humilde de bellas folksingers
rasgando el cielo protector desde su base
con palabras que nunca llegan a mojar
como ocurre afuera
en este pedazo de intemperie.



jueves, 23 de febrero de 2017

Pálpito




Cerraremos las ventanas.
Afuera el mundo, su prisa, su estruendo,
su inasequible lamento.


Con el desencanto atado
a las patas de la mesa en la cocina
recorreremos la casa con una barra
humeante de incienso.


Bajaremos las persianas hasta el clack
como si todo pudiera quedar al otro lado,
nos acostaremos vestidos en la cama
un lunes cualquiera de este otoño
o de cualquiera de los otoños
pasados o por venir
y en la más amniótica oscuridad


nos miraremos a los ojos.



lunes, 20 de febrero de 2017

El peso




La espalda abarrotada de puntos
punciones de sabor desmesurado


el tiempo que perdemos en perder el tiempo

las voces que vienen a decir
esto es una forma de hacerlo


las fotos para demostrar
que ha sido
ha pasado y estuvo.



El pasado
se enraiza en las vértebras
como las notas
en un pentagrama


estamos en el dolor
planteando la resistencia
 

tejemos la malla
con cuentos cotidianos
tendones y antirecuerdos

pero la espalda
 

la espalda pesa
como el ancho chasquido de un trueno
la masa estancada del laberinto interior
la dureza de la noche interminable.




miércoles, 15 de febrero de 2017

[Siempre el mismo cautiverio]







Siempre el mismo cautiverio:
las flores en el jardín perdiendo pétalos
batidas por el peso de la culpa.


La soledad de hoy es la de ayer:
árboles inmóviles vistos desde el ultimo autobús
la repetición del silencio cuando nieva.


Está acechando la bestia detrás de los paréntesis:
berrean los sumisos las canciones escritas
resisten al golpe y la herida los hambrientos de fe.





martes, 7 de febrero de 2017

Truco o trato




A qué sentido
redime la culpa,
el abandono o la máscara,
la noche
en la que no queremos verte?


Con qué verbos
describir y comprobar el color
y el estado de la herida?


La memoria de lo que fuimos
nos abandona a cada encuentro
como las manos han dejado de tocar
y el beso ya no es el beso.


Ya apenas
nos estamos conociendo,
perdidos en la última entrega,
yo arrastrando el carro de ruedas
que se escinden como hiedras secas,
tú, sendero incólume hacia la nada,
ya estrato o fósil de ti
en laberinto sin entrada ni salida.



Con un muro defensivo entre mis ojos
y las manchas de tu piel de iguana,
me encharco de rabia mientras tú
ensayas nuevas muecas que desertan de la vida.


Sé que llegaremos,
nebulosos y ciegos,
al confín más remoto:
una puerta cotidiana sin remite
al final del consabido y largo
bien iluminado pasillo,
las piernas arqueadas como una Pietá,
la boca abierta que come el último aire,
y yo, ya sólo y más niño,
de la mano y mirándote de frente
desde el quicio de la muerte.




jueves, 2 de febrero de 2017

[En este azar pautado]




En este azar pautado
los colores de la tarde
serpentean sobre las grises azoteas
y ponen luz a la tristeza de las tapias.


Es un lienzo el pecho de los hijos
son sus manos arquitectas patrañas
contempladas desde el final.


Pero en el almíbar de máquinas ingenuas
rebosa un poso de luz sin labios secos
y en la ciudad a veces
se puede dormir casi sin miedo
de vengadores de dientes cuarteados.


Nos dirán que la vida
era de los otros
amanecerá grave en la isla
que nos retuvo aquellos años
sin prisa ni deseo
como cuando nacimos.