jueves, 22 de agosto de 2013

La posibilidad del poema



la necesidad de escribir un poema
que diga / que amo a una mujer
de puertas ardiendo
e inútil retirada

de quedarme atado a sus tacones clandestinos
y comer en las orillas del cráter
que es un ombligo que te lleva al centro de la Tierra

intentar escribir un poema en el que quepa
la palabra inexistente que describa
la yedra de sus muslos en mis ojos
la vida que me nutre
desde más adentro de esa comunión
de química y labios

poder anotar el poema que
no deje que el tiempo
nos haga culpables



lunes, 19 de agosto de 2013

Dos poemas veraniegos de Manifiesto asténico




Mediodía

Mis ojos son dos ramos 
-laxos, horizontales- 
vencidos por la pereza con que gira el girasol 
y las duras condiciones
que imponen en Agosto las isobaras. 

Los barcos, ajenos, navegan en los cuadros, 
las mujeres apuran sus siluetas y yo 
desatiendo las rutinas 
firmemente establecidas 
tras la puerta verde del espacioso living room. 

Soy un flamenco rojo en la cocina, 
aquel estúpido que todavía no emigró, 
soy el último habitante que declina 
los verbos del fútbol y el bar. 
Así se dispone en los bandos que cuelgan 
de las esquinas de plomo en esta puta ciudad. 

Como caracoles amasamos las babas 
con que nos han de intoxicar. 
Vendemos nuestro tiempo al reloj de los hombres sin hombros 
y la música es un festín de martillo hidráulico percutor. 
Yo me defiendo de su turba, su colada asesina y su sólido castillo 
con el más impostado de los cinismos que encontré en el bazar. 

Tengo un amor citado para hoy con el que he caminado sobre el mar, 
pero no como Dios, o su hijo, yo no espero 
la llegada del Gran Redentor. 

A estas alturas dulcísimas de la mañana y llegado 
el verso veintiséis, 
yo recojo mis restos, que el calor ya dilata mis sienes 
y es un magma sin alma lo que sigue
a partir de aquí.





Guía estival con ojeras sin resaca

No oculta la humedad
su tentación calórica,
esa suerte de meseta
contemplada con fruición,
con siesta ácida y semilla
abierta, libre, engañosamente
estructurada en sus
muslos como ascuas.
La pose estilizada
y el desdén a deshora
en el lánguido sofá
son motas que expanden
su sinuosa estructura helicoidal.

El sistema permanece
activo, el nivel de frigorías
mantiene el equilibrio
irreal en los espejos.
Los textos, distribuyen su lenguaje
con sagacidad en las gotas,
que resbalan y se funden,
piel sobre piel imaginada.

Y en el balcón las abejas más sumisas
liban un lúbrico licor en los geranios.
Se paró el funicular del mediodía
y las cometas se enredaron en los cables.

Suerte sería
no bajar cuando
todo baja

también.









viernes, 16 de agosto de 2013

Poetas de guardia: Enrique Falcón, 4 poemas de Porción del enemigo




 SALMO 23


El Señor es mi pastor, nada me falta.
Por senderos tranquilos me conduce a la oficina,
sobre el miedo de los pobres me hace recostar
y derrama en mi cabeza perfumes y cosméticos.
Nada se le oculta, ni mi piel ni mis acciones.
Él las hace prosperar en los parques de la Bolsa,
bendice los desahucios desde el banco que dirijo
y proclama un nuevo tiempo en mis nuevas inversiones.
Su vara y sus escaños me dan seguridad.
Desde el parlamento, él obra maravillas.
Protege mis caminos con rebajas fiscales
y aparta de mi vista las presiones del pueblo,
esa terca voluntad a democracia, ese demonio. 



              





MEJORÍA DEL HOMBRE Y DEL RATÓN                       

[de dos noticias simultáneas  - portada y contraportada -
                                         aparecidas en un mismo diario de agosto]



separe el primer pliego     el más exterior
de la edición justo de ayer     el diario
que dejó arrasado en la cesta de camisas
mordedura casi en las horas sin sueño
vuelva usted a prenderlo
y lea las dos cosas:

                                                         en
la portada (- ánguloderecho)
que tratan de comerse sus heces
por no disponer de mejor cosa con que suicidarse
que otros se dan
cabezazos
las cuatro paredes de la celda
     - Guantánamo -              que tres
casi logran ahorcarse con una toalla pequeña
y un cuarto   con un cubierto de plástico
intentó cortarse las venas   (sin éxito):
"las muestras de desesperación son tan humanas
como inhumano el limbo legal en el que se encuentran
los 600 detenidos en la base naval".
- las fuentes consultadas
califican la operación como un experimento del Pentágono.

Hasta ahí.     No siga.
Dele ahora la vuelta a este pliego
papel que en sus manos puede deshacerse
     busque ahora en la contraportada
que acaban de fabricar     (en estados unidos)
un ratón transgénico
que, aunque castrado, tiene la espalda repleta de testículos
- capaces de producir semen de cabra.

Ya sabe usted:     De cabra
- y pare de leer.

Levante la cabeza y mire en su hijo
el juego comenzado a un paso del desastre.
clave sus ojos más allá de su torso
en el punto preciso donde acaba la niebla.
pregúntese entonces
por qué lado     mejorar
el camino blanquecino de toda su especie.

Comience / a hacerlo.






LLUVIA TEMPRANA 
El desastre, la resignación, el deseo de perder
para descansar, no merecen la pena.
(Belén Gopegui: El lado frío de la almohada, 2004)


Esperan que te rindas.

Que devuelvas las canciones a sus cuartos.

Que lenta y pobremente
atiborres sus rincones con cristales

y apartes de tus hijos la visión de una revuelta.

Esperan que claudiques
–seas piel, dentada o marzo.

Que suavemente caigas.
Que así tu rendición.

No les libres de la piedra que respira en tus manos.
No les venzas los ojos.

Nada dice
de la lluvia temprana que va a abatir las puertas,

nada
de ese incendio intacto y por venir.

La tormenta, compañero, llegará.

Contra todos los pronósticos,
menos tarde que temprano,
–seas piel, dentada o marzo–
el ciclo de las lluvias / llegará.





Canción del levantado


No adoptes nunca el nombre que te dé la policía
No acerques tu caricia a la piel del invasor
No comas de su trigo, no bebas más su leche
No dejes que tu alberca la vuelvan lodazal

No esperes casi nada de su magistratura
No reces en su lengua, no bailes con sus ropas
No pierdas nunca el agua que duerme a los guardianes
Ni alojes en su boca la sal de tu estupor

No guardes en el sótano más bombas incendiarias
No firmes con tu letra los presagios del poder
No tiendas más cadáveres en la comisaría
No esperes nunca nada de la voz del ataúd

No entregues tu camisa a ninguno de sus bancos
Ni viertas en tu vientre el pozal de una bandera
No lleves a tu amigo a los pies del impostor

No dejes que su lengua fructifique tras tu casa

No permitas a tus hijos
nunca dejes a tus hijos
esconderse en su jardín.



(Enrique Falcón, Porción del enemigo, Calambur, 2013)






martes, 13 de agosto de 2013

Candela



Perdóname el dolor
es una fuente sellada de palabras sin remite


incomunicados
como un pelícano y un perro
o vehículo a motor con zapatos desarmados

solo nos queda el tacto
y esperar (la espera
esa dama tan poco generosa)

perdóname la hora equivocada
el elefante dormido
inflando la quijada
las buenas formas
que no saben enunciar el líquido teorema
que dice:
 progresivamente
picos de deterioro comprensible
o no se puede esperar más.

Los días de olvido
adosados a una calma transparente
transmiten un lúcido fervor de arena en boca
disienten más allá de los molares
con una pátina de equilibrio indescriptible
foráneo o blando como sapo de secano
esos días tienen puntas
se sublevan
frente al tiempo dislocado
es un abandono ágil
sus raíces se renuevan
pese a la ausencia de lluvia.

Hay una puerta de atrás por la que
miras desde el lugar de unos ojos baldíos.

Me quedo en el umbral.
El círculo se apaga.
Solo las manos pueden descubrirte.
Debo aprender tu lenguaje sin signos.



jueves, 8 de agosto de 2013

En días como este



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mis brazadas me preceden
inútilmente ansían el muro
lo acercan cuando no llega

mis piernas bajan las escaleras
del revés con una aspiradora en la mano
la caída es un lugar probable

mis pies miran el camino
esquivan mierdas de perro cada mañana
cuando las calles arden en hastío

tengo un diluvio escondido
en el 4º cajón
de un armario inescrutable

me aletargo caracol
lagarto
eurípides
danza adormidera
dueño de nada
dulce y pequeño
proyecto de muerto sin dolor



lunes, 5 de agosto de 2013

Digresiones



sabes de mi rubia majada
en lo alto emigro
cada semana es un fuego
en el tiempo de curar

los ojos que me llevan
que me nieblan
que te intuyen
guardan un lugar equidistante
al traje de piel cobre que te viste

hay distancias a ti que me dicen ven
desde trapecios finamente equilibrados

he visto caer un edificio
detrás de tu último paso
rasguños por el suelo
rescoldos sin herida
desparramados pero tu boca
galope y destello

allí me alisto cartógrafo
zapador del surco hendido
cóndor extinguido
viviendo anonimato