martes, 25 de septiembre de 2012

Los muertos



Cuando la nana puebla
............ la provincia occipital
y es un campo de trigo
........... que amarillea
como los dientes derruidos de un morlaco
-no hay tauromaquia sin hemorragia-
los muertos colonizan 
ambos lados de los muros.
Pero la memoria es selectiva.
Solo los vencidos tienen huecos,
osarios dispersos y flores equivocadas.
Hasta sus nombres perdieron apellidos
en el fragor de una derrota.
Entonces el barro iguala
el color de sus cuencas oculares
y ellos
no se miran a los ojos
sus muertes respectivas.


viernes, 21 de septiembre de 2012

Ahora



Están los arqueros ungiendo la ponzoña,
dispuestas las flechas que liman un carro de fuego.
Miradlos. Sus venas infladas sin ángel,
su espalda rectilínea
rellenando oquedades.

No os quedéis en el banco. Tirad
de los extremos con la fuerza
de las 7 diferencias.
Lo saben los muros que nos quieren desunidos.
La soga de la tarde sabe su fin último.
Sabed de la tersura de un campo seco,
su rectángula codicia,
su aroma previsible.

Descansados sobre el pasto
con el cordón sobre el cuello
y sin pañuelo en la solapa.
Miradlos. Sabed cómo ha sido.
Puntuad la diferencia con la máxima tormenta.

martes, 18 de septiembre de 2012

Bodas de oro




Debe de ser muy tarde ya

si las pisadas han perdido sus sombras

y caminan descalzas por la ladera.



Amanecimos líquidos

y en otro lugar.

Nos desandamos lo justo:

el peso mínimo, los pasos últimos.

Tu sol en mi frente hizo señales.



Reíamos

a gritos

toda la ruina pretérita.

En los puestos de palomas las espitas atascadas

-yo contra todos y la marea subiendo-

pero abrazos, tantos, y cómo no

beber de aquella euforia,

aleluya de espejos deformados

y lente oblicua.



Desactivado el sueño

una deriva de voces acallaba el valle.

Mis chanclas, mis bolsillos y yo,

con escorzo de hierba,

bañados en el zumo estelar

de las riberas negras de la noche.






lunes, 10 de septiembre de 2012

Diosas sin nombre




Las diosas también habitan los libros.
Hera lame los labios de Atenea
palpa sus muslos deshaciendo el enigma
de las mujeres que no serán conquistadas

Tenéis el verso escindido, la verdad
ensillada a una mariposa
y en el hombro
una ceniza de aguas claras.

Quiso el hombre un lugar
entre los senos de las diosas
entre la hierba y la piedra
la niebla anuda el sendero



sábado, 8 de septiembre de 2012

Poetas de guardia: Nicanor Parra, "Manifiesto" y "Versos sueltos"


Manifiesto

Señoras y señores 
Esta es nuestra última palabra.
-Nuestra primera y última palabra-
Los poetas bajaron del Olimpo.
Para nuestros mayores
La poesía fue un objeto de lujo
Pero para nosotros
Es un artículo de primera necesidad:
No podemos vivir sin poesía.
A diferencia de nuestros mayores
-Y esto lo digo con todo respeto-
Nosotros sostenemos
Que el poeta no es un alquimista
El poeta es un hombre como todos
Un albañil que construye su muro:
Un constructor de puertas y ventanas.
Nosotros conversamos
En el lenguaje de todos los días
No creemos en signos cabalísticos.
Además una cosa:
El poeta está ahí
Para que el árbol no crezca torcido.
Este es nuestro mensaje.
Nosotros denunciamos al poeta demiurgo
Al poeta Barata
Al poeta Ratón de Biblioteca.
Todos estos señores
-Y esto lo digo con mucho respeto-
Deben ser procesados y juzgados
Por construir castillos en el aire
Por malgastar el espacio y el tiempo
Redactando sonetos a la luna
Por agrupar palabras al azar 
A la última moda de París.
Para nosotros no:
El pensamiento no nace en la boca
Nace en el corazón del corazón.
Nosotros repudiamos
La poesía de gafas oscuras
La poesía de capa y espada
La poesía de sombrero alón.
Propiciamos en cambio
La poesía a ojo desnudo
La poesía a pecho descubierto 
La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.
La poesía tiene que ser esto:
Una muchacha rodeada de espigas
O no ser absolutamente nada.
Ahora bien, en el plano político
Ellos, nuestros abuelos inmediatos,
¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!
Se refractaron y se dispersaron 
Al pasar por el prisma de cristal.
Unos pocos se hicieron comunistas.
Yo no sé si lo fueron realmente.
Supongamos que fueron comunistas,
Lo que sé es otra cosa:
Que no fueron poetas populares,
Fueron unos reverendos poetas burgueses.
Hay que decir las cosas como son:
Sólo uno que otro
Supo llegar al corazón del pueblo.
Cada vez que pudieron 
Se declararon de palabra y de hecho 
Contra la poesía dirigida
Contra la poesía del presente
Contra la poesía proletaria.
Aceptemos que fueron comunistas
Pero la poesía fue un desastre
Surrealismo de segunda mano
Decadentismo de tercera mano
Tablas viejas devueltas por el mar.
Poesía adjetiva
Poesía nasal y gutural 
Poesía arbitraria
Poesía copiada de los libros 
Poesía basada
En la revolución de la palabra
En circunstancias de que debe fundarse
En la revolución de las ideas.
Poesía de círculo vicioso
Para media docena de elegidos:
«Libertad absoluta de expresión».
Hoy nos hacemos cruces preguntando
Para qué escribían esas cosas
¿Para asustar al pequeño burgués?
¡Tiempo perdido miserablemente!
El pequeño burgués no reacciona
Sino cuando se trata del estómago.
¡Qué lo van a asustar con poesías!
La situación es ésta:
Mientras ellos estaban
Por una poesía del crepúsculo
Por una poesía de la noche
Nosotros propugnamos
La poesía del amanecer.
Este es nuestro mensaje,
Los resplandores de la poesía
Deben llegar a todos por igual
La poesía alcanza para todos.
Nada más, compañeros 
Nosotros condenamos
-Y esto sí que lo digo con respeto-
La poesía de pequeño dios
La poesía de vaca sagrada
La poesía de toro furioso.
Contra la poesía de las nubes 
Nosotros oponemos
La poesía de la tierra firme
-Cabeza fría, corazón caliente
Somos tierrafirmistas decididos-
Contra la poesía de café
La poesía de la naturaleza
Contra la poesía de salón 
La poesía de la plaza pública
La poesía de protesta social.
Los poetas bajaron del Olimpo.


.....



Versos sueltos


Un ojo blanco no me dice nada
Hasta cuándo posar de inteligente
Para qué completar un pensamiento
¡Hay que lanzar al aire las ideas!
El desorden también tiene su encanto
Un murciélago lucha con el sol:
La poesía no molesta a nadie
Y la fucsia parece bailarina.

La tempestad si no es sublime aburre
Estoy harto del dios y del demonio
¿Cuánto vale ese par de pantalones?
El galán se libera de su novia
Nada más antipático que el cielo
Al orgullo lo pintan de pantuflas:
Nunca discute el alma que se estima.
Y la fucsia parece bailarina.

El que se embarca en un violín naufraga
La doncella se casa con un viejo
Pobre gente no sabe lo que dice 
Con el amor no se le ruega a nadie: 
En vez de leche le salía sangre 
Sólo por diversión cantan las aves. 
Y la fucsia parece bailarina. 

Una noche me quise suicidar 
El ruiseñor se ríe de sí mismo 
La perfección es un tonel sin fondo 
Todo lo transparente nos seduce: 
Estornudar es el placer mayor 
Y la fucsia parece bailarina. 

Ya no queda muchacha que violar 
En la sinceridad está el peligro 
Yo me gano la vida a puntapiés 
Entre pecho y espalda hay un abismo 
Hay que dejar morir al moribundo:
Mi catedral es la sala de baño 
Y la fucsia parece bailarina.

Se reparte jamón a domicilio 
¿ Puede verse la hora en una flor? 
Véndese crucifijo de ocasión 
La ancianidad también tiene su premio 
Los funerales sólo dejan deudas: 
Júpiter eyacula sobre Leda 
Y la fucsia parece bailarina.

Todavía vivimos en un bosque 
¿No sentís el murmullo de las hojas? 
Porque no me diréis que estoy soñando 
Lo que yo digo debe ser así
Me parece que tengo la razón 
Yo también soy un dios a mi manera 
Un creador que no produce nada:
Yo me dedico a bostezar a full 
Y la fucsia parece bailarina.




Nicanor Parra




lunes, 3 de septiembre de 2012

Crepusculario


Y que el atardecer bastaba,
su color de dársena sedienta,
su apatía reptando tras los últimos ventanales
de la ciudad que aspira
y reclama
que no todo está perdido.

Ese color fue un desierto lívido,
un espacio de sopor sin banderas quemadas
en la hora justa del sortilegio a jirones,
cuando la noche es apenas un manto
esperando sucumbir.

Que suene entonces la música candente.
Que las playas sean albinas y los cuerpos jubilosos
panes de la tierra,
y la utopía los roce,
y los toque,
y los palpe, 
y los estruje,
y los manche hasta el útero,
sedienta de su rugir enajenado,
............................................. ya vuelo
............................................. más huella que sal.